domingo, 28 de noviembre de 2010

Las cosas claras...


Di las cosas claras. Di lo que tengas que decir, pero de forma clara, ten tacto, ponte en mi piel, pero dilo claro. No soporto esas frases a medias, esos silencios incómodos… esperar que me digas algo, lo que sea, y permanezcas enmudecido, con palabras rotas en algún rincón de la boca.
Ese querer y no poder… tan tuyo, tan mío, tan de los dos. Grita. Susurra. Pero habla claro. Se honesto por una vez conmigo… deja de dar vueltas a los mismo, hacer tiempo para no enfrentar una conversación. Evitar lo inevitable. Hablar de la luna cuando quieres hablar de dolor.
No quiero metáforas. Ni eufemismos. No quiero nada. Quiero frases plasmadas de sinceridad, por más dolorosa que sea, por más cruel que parezca… habla claro y di la verdad.
No preguntes ¿Cómo estás? Si no quieres escuchar la verdad. No esperes un bien, sabiendo ambos como sabemos que todo es mentira. No quiero cortesía… mándala al carajo…. No pretendas que sonría cuando estoy llorando por dentro… Puedes envolverte en una capa de hielo, pero los dos sabemos que estás ardiendo. Hipocresía. Pura hipocresía en este Carnaval funesto.
No lo puedo soportar.
No puedo soportar esas frases que se quedan colgando de tus labios mientras mis oídos son acuchillados por el sonido del silencio. Cerrar la puerta es triste. Pero si ya la has cerrado ¿A que esperar consuelo? ¿A que perder el tiempo? Decídete ya. Di las cosas claras, pero dilas, no te las guardes, no te las escondas. Regálamelas. No quiero lazos. No quiero adornos. Quiero la verdad.
Solo son palabras. Sabes? Pero es que tú ni siquiera tienes eso.

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