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No quiero otros besos ni otros abrazos. Me encanta tu sonrisa, la adoro, adoro tus abrazos y tus locuras. Me encanta que me hagas reir, me gusta cuando me miras y sonríes sin ninguna razón. Adoro que me hagas tus tipicas bromas, aunque me pique y creas que las odio. Amo tu forma de hablar, tus gestos y tu aroma. Cuando en medio de un beso sonríes y me dices que me quieres. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Me gusta cuando me dices "enanita" y me das un beso... Supongo que en realidad, no adoro todo eso, sino que me gusta sólo porque lo haces tú. Quiero que no te vayas nunca. Que formes parte de mi pasado reciente, mi presente y mi futuro. Quiero poder ser feliz a tu lado. Quiero sentirme como una princesa cuando estoy contigo. Te quiero a ti. Y es que todo lo que quiero, lo tengo. Te tengo a ti. ¿Qué más puedo pedir?
Te propongo un trato: mi corazón por tu corazón, y que tus labios cierren el contrato.

Te prometo.

Yo prometo quererte cada día un poco más que el anterior, estar a tu lado tanto en las buenas como en las malas, enseñarte a ver la vida por la parte positiva siempre. Decirte lo que más me gusta de ti, lo que me encantas y quedarme sin aliento tras decirte que estoy colada de ti hasta los huesos. Prometo abrazarte y besarte cada día, en las despedidas y siempre que lo necesites. También te prometo que lloraré contigo cuando estés mal aunque también reiremos cada segundo de nuestras vidas, al pasar momentos inigualables, inolvidables e irrepetibles. Momentos llenos de sonrisas, besos, abrazos, cariños, regalos, sorpresas, locuras y muchos, muchos sentimientos. Prometo dedicarte cada hora, cada minuto, cada segundo, cada milésima de segundo, cada sonrisa y cada beso. Te prometo hacerte feliz, hacerte sonreír, que te sientas único y especial.
A cambio, yo no te pido nada, sólo que estés conmigo para siempre.